No voy a hacer un articulo sobre el, solo enseñar algunos de los que he tenido y tengo, y de una forma sencilla explicar porque me apasionan.
Nunca escuche una frase menos acertada y estúpida, como lo de que los peces no tienen memoria. La tienen. Te reconocen, duermen en los mismos sitios siempre, se basan en jerarquías que suelen respetar, saben a que hora les toca la comida, tienen costumbres y caracteres distintos... Así me podría tirar horas, y lo peor es que no me cansaría.
Alrededor del mundo del betta, hay un mundo de genética, selección de individuos, criadores, etc, donde no me voy a meter. Incluso existe el negocio de las peleas. Por algo es también llamado "Luchador de Siam". Introducir dos machos de esta especie en un mismo acuario, significa acabar con la vida de al menos un ejemplar, y posiblemente con las dos. Se atacan hasta morir, e igualmente lo harán con otros peces de aletas llamativas al confundirlos con otro macho de su especie. Yo por supuesto los mantengo separados, y no estoy para nada interesada en este tipo de actos, para mí, despreciables.
Me encanta sentarme delante del acuario y disfrutar de su belleza, de las pequeñas peleas entre hembras para establecer su jerarquía, de su curiosidad mirando cualquier detalle nuevo del acuario, de su carácter de depredador (pequeñin, pero depredador al fin y al cabo). Incluso me gustan cuando bostezan.
Cuando se enfadan, abren sus agallas con la pretensión de parecer más grandes ante su adversario. También lo hacen para mostrarse delante de las hembras, cortejandolas incluso con algun mordisco que otro, y a veces con mucha agresividad.
¿Los peces abrazan?
Pues sí. Después del cortejo, la cópula comienza con los abrazos. El macho envuelve con su cuerpo a la hembra, dejándola en una especie de trance, en el que suelta los huevos que van cayendo y el macho, delicadamente los sube a la superficie con la boca, dejándolos en un nido hecho anteriormente con burbujas.
Es algo digno de ver. La delicadeza con la sucede todo... siempre y cuando todo vaya bien. Ya que mucha gente, empeñados en reproducirlos, no tiene en cuenta ciertas circunstacias y sacrifica un pez detras de otro, solo por el mero hecho de decir que lo ha conseguido.
Vale la pena tenerlos en condiciones óptimas solo por la satisfacción de verlos sanos, observar su comportamiento natural, conocerlos... en definitiva por aprender una afición que llevada con paciencia y cariño, te da una alegría detrás de otra.
No es lo mismo comprarse un pez, que verlos crecer desde que son un huevito. Desde que apenas se distinguen dos puntos negros como ojos, hasta que se convierten en peces llenos de color, genio y belleza.
La última foto corresponde a una hembra, que tienen las aletas notablementes mas pequeñas, y aun asi, son preciosas. En mi experiencia son mas "simpáticas". A parte de morder mi mano cuando hago las tareas de mantenimiento, me dejan acariciarlas, pasean tranquilamente entre mis dedos, curiosean mucho mas todo lo que toqueteo, y son mas activas. Me gustan porque parecen ignorar lo que es el miedo. Se atreven con todo.
Una vez que te metes en este mundo, es difícil salir. "Cuidado que esto engancha" ,me dijeron en Dr. Pez, cuando me registre hace años buscando información para montar mi primer acuario. Y vaya si es verdad. Cada vez quieres mantener tus peces y plantas mejor, cada vez un acuario mas grande, experimentos, especies nuevas... Pero yo no dejo a los bettas. Son mi pasión, e intento que lo sepan cuidándolos y dándoles caprichos de vez en cuando. Ellos me lo agradecen manteniéndose sanos, mostrando su carácter natural, su instinto...y a veces sonriéndome.
Uis, mucho he escrito yo para lo mal que se me dá... Pero creía que las fotos merecían algún texto, para poder entender la belleza que tienen. No es el enfoque, ni el color, ni la cámara, ni yo...son bonitas porque son de bettas.
Gracias a los que comentáis, y a los que os pasáis un rato a ver fotos ;)
